Solo hay una cosa más frágil que el cristal, y es el ego masculino.
Y debería saberlo, porque ¡soy uno de ellos!
Suelo darme prisa por intentar verme a mí mismo desde una posición externa a mi cuerpo y reflexionar.
¿Estoy aportando lo suficiente a la gente que me rodea?
¿Estoy haciendo algo por mejorar mi entorno o estoy centrándome demasiado en mí mismo?
El tema es, si no aporto lo suficiente a los que me rodean…
1. A nadie le importará mi vida.
2. No estoy ayudando a nadie.
Sería algo así como recolocar los asientos de los pasajeros del Titanic antes del accidente.
Respiremos profundamente… Para ayudarnos a nosotros mismos de mejor manera necesitamos añadir valor a las maravillosas personas que nos rodean, de manera que podamos llamar a esta comunidad «hogar».
@kitcho7